miércoles, octubre 06, 2010


Una solemnidad se apaga junto al llanto eterno de la violencia que ejerce la verdad en los momentos en que agoniza un poco de mi para ser el otro yo que me invita a fugarme cuando cierro los ojos y siento el oleaje de una noche especial como las que vivo en el mundo donde yo soy yo y no todos los demás…
Me viene un recuerdo de un lugar no lejano, pero tampoco cercano donde pase de un modo el tiempo analizando y borrando recuerdos con ayuda de tu compañía, existían las mariposas de Menta en el Motel de Moka, se derretían entre mis manos al tratar de atraparlas y en ese instante comprendí la existencia de tus manos que creen en los milagros cuando se toca la espina dorsal del universo…

PD: Chetos y Cervezas , la comida de los guerreros de un lugar allá por el sur de la ciudad, donde la noche envuelve con su magia y su complicidad

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