viernes, julio 18, 2008

Donde no hay...



El principio oportuno catapulto un instante de la ida a Toluca en esta noche, pasando las casetas de Metepec, recordando una “travesura" en el atrio… Las Lomas y del pueblito de Santa Fe… El rio Magdalena que vio crecer las praderas por los caudales que se saturaron de vida los llanos y tus mejillas de otoño que posaban en un frenesí de la serpiente que se junta por la Sala Nezahualcoyotl allá por donde el pan es de “papa”… Donas de nuez con miel que se aniquilaban en un “Paseo Bravo” por los starbucks que se encuentran cerca de las últimas despedidas, frases que se resisten al tiempo y al olvido…

Y si bien hay momentos y relaciones que se prohíben contar y escribir, solo las recuerdo cuando pase por el último trecho de la “Calera” para poder perderme al igual que las señal de los Hertz que se funden en el silencio de un “Zapote” que se volvió un lugar en el mar del manto de tu piel que vivió conmigo el buen “café” que se resistió a abandonar a los que se quedan y pierden el paso de la marcha fúnebre de los cúmulos de sueño que se derritieron antes de llegar al fin de semana de un día cualquiera…


Un día me tomaste con valentía y empezaste a hacer planes con mi tiempo y mi espacio… con mis ideas y mi forma de pensar… fuiste una ángel que me rescato de una relación autodestructiva y me mostraste ese mundo de celos infernales de los que siempre tarto de cuidarme… tus labios y tu piel cuidaron sin preguntar mi herida de la mano derecha de esas cortadas de los cristales que un día se hundieron en mi mano… tal vez no éramos el uno para el otro y cada vez que te veo esa indiferencia que me das ahora reconoce esos sentimientos que se quedaron contigo al igual que las melodías y canciones dedicadas a ti, como cuando se te hacia tarde para ir a trabajar por escuchar mi música y a mis héroes… fuiste la única que se ha adherido hasta el hueso de mi…
Pienso un poco más en ti por instantes y despedazo mi razón del no ceder aun cuando he amado profundamente… decir que si, hubiera cedido a ti, hoy estaríamos juntos y felices, pero quise vivir más aventuras y contar más historias de arrabal andariego

Ayer viví mis recuerdos, cerca de ese lugar donde todo florece… pasando el puente del presente y caminando a mis nuevos retos… apeándome en el campo “donde se destruye algo de mí”

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