viernes, diciembre 04, 2009

Espontaneidad...


La felicidad a veces toca tu puerta, pero sucede cuando tú no estás en casa, sin embargo es una vagabunda hechicera que recorre caminos lastimándose los pies en cada escena perpetua de un desolado mundo infeliz…

Había una escalera y una nota que no leí nunca, la tome y todo cambio… la espina dorsal del universo se ve desde mi eternidad del instante donde ninguno ha podido comunicarse.


PD: Los atardeceres y los buenos momentos contigo saben a Ballantines...

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