lunes, diciembre 18, 2006

La metamorfosis de una Libélula



Ha pasado el tiempo y ahora veo todo mas claro, he dejado a un lado la lucha entre los reinos de la fantasía empírica inoculada con poesía universal.
No es que sean unos versos baratos o arreglados por musas prostitutas, es más bien la danza continua y disfrazada por lamentos hipócritas con notas de todas las voces…

Podría ser un “kitsch” de un cineasta puramente comercial, pero va más allá de lo que tus ojos pudieran ver, es un lenguaje jamás traducido a tu empobrecido dialecto del que te ufanas y metamorfoseas entres leyes sánscritas de continuo dialogo entre personas del mismo apetito podrido por los deseos más viles y hermosos que solo un reino del que ahora es tu comarca y tu patria grande, que tienes a tus pies a los más semejantes a tu inconfundible belleza.

Has madurado y me abriste los ojos a tal esplendor de acciones que me conmovieron y me recitaron una bienvenida a mi propio reino… fue una dosis de melancolía con adioses de hace tiempo y despedidas arrepentidas por dos seres que somos como las moléculas oxidadas de una caballero de realeza pornográfica.

Ahora la libélula tiene su reino en las profundidades de la inexistencia junto a los mares agitados de todos los días, creciste y no me di cuenta que tu y solo tu eres mi creación de un mi reino plagado por bellezas sánscritas.

Vuela libélula vuela, y cuando quieras que te fecunde búscame y dominaremos el mundo que una vez tu y yo soñamos en conquistar y en reírnos de el…

Soy “séptimo de caballería” gracias a los conjuros y adivinaciones de un consejero entrañable y amigo. Seguiré conquistando las calles con mi espada embalsamada que guardaba en mi corazón. Para seguir fecundando seres imaginarios y a veces reales con hechizos fantásticos.

Ahora tengo mi reino y solo busco a mi reina de diamantes vacunada con psicotrópicos de leyendas irreales de quien no me suelte en las noches más oscuras de noche de brujas…