Si me dejan...

Tomando la mano de la “nada” y caminando hacia el teatro gótico que se empapa por la lluvia incolora, que atemoriza en cada gota que se expande sobre las paredes, se empañan los vidrios por el deseo que emana por nuestra piel y los poros transportan las “feromonas” que hacen perdernos en el laberinto interminable de las siluetas que bailan en la habitación que se llena de ruido por el olaje del mar que nos acompaña entre esa arena blanca que se adhiere como alimento… ¿Quien te espera en un habitación de hotel…. Quien se estrena cuando tú te estrenas también…?
Sudando en medio de la noche por ese baile exquisito que tus manos tiemblan cuando me abrazas por mi cintura, horas muertas en una habitación que se empaña por la pasión que explota cuando se revientan nuestros cuerpos…

Siempre quise ser de nadie, pero la inercia de la entalpia conlleva a decir cosas que se respiran por los sentidos que una vez fueron un instante, una amiga por siempre, un karaoke, un atardecer, una sonrisa y una despedida…

Puertas abiertas para el que no piensa escapar, presente fugaz como ese recuerdo en la habitación de hotel donde el mar arrullaba nuestro deseo de alcatraz que aún se contempla allá por el Boulevard de los voladores…

“faire l'amour dans la mer, votre corps tremble encore par le désir qui vous fait vous sentir mon corps”