viernes, diciembre 15, 2006

Motel de Moka...



A casi tres semanas de que empiece el murmullo y la euforia colectiva de cientos de desconocidos cantando las rolas épicas de un séptimo de caballería como soldadito de plomo a punto de caer, puedo decir que el grandioso “Motel de Moka” donde cazas mariposas de menta y ves gatos con mascaras de tristeza, fue ahí cuando por primera vez comprendí a Freud al preguntarle a Nietzsche que hacen las chicas un domingo al medio día, yo creo que algunas deambulan recién escapadas de un colchón en el que hoy dirán que cayeron ayer por accidente, los que conocemos el aroma de los jaboncitos que ponen en el Motel, esos que tienen el perfume característico a infidelidad y que te recuerdan tantas historias, para mi es una especie de "kitsch" muy romántica y sin nada de cursilerías. Por ello las mujeres dibujan mal a los hombres…
Escrito a las 5:23hs después de a ver estado en la sala del purgatorio, por que el cielo ni es cielo ni es azul